Verano del 2020

El tiempo es veraniego, parece que todo sigue su curso, pero este, no es un verano cualquiera. Después de cuatro meses cerrados por la COVID, llevamos un mes en que tuvimos que aprender nuevas formas de hacer. Aunque todo parece volver a la rutina, nada es como siempre. 

Es verdad que las nuevas normas de seguridad no nos perjudican mucho, en la medida que ya las cumplíamos antes, lo reforzamos y sentimos aún más la responsabilidad de que no haya ningún fallo, pero a eso nos hemos acostumbrado en seguida. Tampoco teníamos las mesas pegadas por lo que no tuvimos que reducir mucho la capacidad. El producto sigue llegando, nos hemos saltado la temporada de primavera –hemos sentido lástima sobre todo por no haber podido disfrutar de la lamprea– pero ahora tenemos el pescadito de roca, el marisco que este año está buenísimo y a un precio razonable, pero aún así, este no es un verano más.

Es una diferencia intangible, está en el aire, en las miradas sobre las mascarillas, quizás el estar más concentrados en cada paso, el ser conscientes de vivir una experiencia sin igual… creo que lo recordaremos como el verano que nos ha hecho superar un escalón más y nos sentimos verdaderamente orgullosos de estar consiguiendo sacar además unos platos espectaculares, esos que os hacen brillar los ojos y que al veros desde la cocina pensamos que por eso, cualquier esfuerzo merece la pena.

Vigo, 2020